El otro día leí que Italia es el país donde se celebran más ferias de arte al año. Cantidad no es sinónimo a calidad, pero de entre todas ellas la más antigua y prestigiosa esArte Fiera celebrada en Bolonia desde 1974. Otras ferias que compiten con este título son Artissima en Turín y MiArt en Milán.
Vista de Arte Fiera Bologna 2012. Foto: Camilayelarte
La celebración de Arte Fiera convierte a Bolonia durante la última semana del mes de enero en una ciudad donde poder disfrutar del arte a lo grande (y barato). Los museos son gratuitos para aquellos que hayan visitado la feria, además, el sábado se celebra la Notte bianca que coincide también con Art First, un proyecto de comisariado ubicado en diversas sedes de la ciudad. Por si sobrara tiempo también podemos dedicarnos alArte Fiera Off, donde galerías de la ciudad y diversos espacios culturales aprovechan para inaugurar nuevos eventos.
Stand de la Galeria Nikolaus Ruzicska, Salzburgo. Foto: Camilayelarte
A pesar de la gran oferta, Arte Fiera adolece de ser un evento cada vez más local. Si nos centramos únicamente en la feria cabe decir que la presencia internacional es mínima, uno de los principales handicaps de las ferias en el sur de Europa, pero todavía es más desconcertante la ausencia de galerías que son un referente en Italia: si los mejores no acuden es que algo pasa. En esta edición una parte más que importante de las galerías de Milán han decidido darle la espalda a Arte Fiera, los motivos se desconocen y hay quien habla de estrategia para potenciar MiArt como la nueva feria más importante del país.
Más allá de lo que pueda suceder entre el equipo directivo y las galerías milanesas lo que sí es evidente es que el nivel medio ha bajado en los últimos años. Sinceramente me sorprendió la calidad más bien justa de las galerías participantes, tal vez 300 sean demasiadas para poder mantener el nivel de la que se supone es la feria más importante del país. No se sabe si la actual directora continuará dirigiendo el evento el año que viene pero está claro que Arte Fiera necesita un cambio si quiere recuperar el papel que en algún momento tuvo.
De lo seleccionado por las galerías este año, se percibía la influencia de la exposición de Arte Povera comisariada por Germano Celant en varios museos italianos. Mucho Pier Paolo Calzolari, Giulio Paolini, Jannis Kounnelis y el omnipresente Pistoletto, aunque este y Alighiero Boetti suelen estar presentes todos los años.
Jacob Hashimoto, Candlesticks surrounded by Earth, 2011. Galerie Forsblom. Foto: Camilayelarte
La instalación que causó furor y que más veces saldrá publicada es la instalación Armada de Jacob Hashimoto, un ejército de barquitos de vela que animaba el espacio de la feria con su sinuoso vaivén. Más interesantes que los barcos son sus piezas a camino entre la escultura y la pintura a base de papel de arroz y bambú, muy delicadas y efímeras.
Vista de un stand de la sección jóvenes galerías. Foto: Camilayelarte
William Kentridge, Drawing for Refusal of Time: Against Advice, 2011. Galleria Lia Rumma. Foto: Camilayelarte
Blue and Joy, Dear Tomorrow, 2012, sección On the spot, Galleria Paola Colombari. Foto: Camilayelarte
Antonio De Pascale, La Vache qui rit, 2011 sección On the spot. Cortesía Galleria Paolo Maria Deanesi. Foto: Camilayelarte
De entre los proyectos más interesantes propuestos por Arte Fiera destacaría On the spot, una idea que trata de cuestionar la frontera entre el evento comercial que es una Feria y la posibilidad de convertirlo en evento expositivo. Durante los tres días de duración de la feria, tres comisarios, Paco Barragán, Oliver Kielmayer y Lara Pan instalaron e inauguraron una exposición cada uno, cuya duración era de un solo día y estaba hecha con la selección de obras presentes en los stands de las galerías participantes. La que yo vi mostraba piezas de Blue and Joy y Antonio De Pascale, creo que trataba de reflexionar sobre el momento actual, la sociedad de consumo, la crisis... de hecho Blue and Joy le dirigía una carta al mañana, para que vuelva entre nosotros.
Robin Minard, à lire en silence, 2006. Galerie Mario Marzzoli. Foto: Camilayelarte
Una de las galerías que más me llamó la atención fue la Galería Mario Mazzoli, que desde hace tres años apuesta por la obra de artistas que trabajan con el sonido como elemento estructural de su obra. Es la primera vez que me topo con algo así en una feria, la verdad es que el stand parecía más bien el laboratorio de un genio loco, con obras sonoras y cinéticas que llamaban la atención de todos. Lástima que el ruido del ambiente fierístico no dejaba oír algunas de las instalaciones. Creo que era la única propuesta que afrontaba la relación entre arte y ciencia.
Me dejé para el final la sección dedicada a artistas italianos de los sesenta y setenta. Junto con el consagrado Fontana también abundaba la obra de Enrico Castellani, Agostino Bonalumi, Dadamaino y otros artistas menos conocidos de aquella época pero igualmente interesantes. Da pena decir que tal vez fue lo que más disfruté, me arriesgo a que me consideréis algo reaccionaria en el gusto. Lo divertido de acudir a una feria es enfrentarte con la sobreabundacia y seleccionar lo que más te ha gustado o analizar el porqué no te ha gustado eso otro. Hacer fotos es el primer gesto hacia la construcción del propio criterio, a veces incluso fotografiamos lo que no nos gusta para reafirmarnos en ello, así que más allá de lo aquí haya podido decir, os invito a que veáis el álbum de mi visita a Arte Fiera.
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