Este fin de semana he estado en Milán para visitar una de las secciones de la exposición simultánea que Germano Celant ha comisariado en diversos museos italianos. Arte Povera 2011,  un proyecto muy ambicioso en su planteamiento, ha contado con la participación de ocho museos nacionales para albergar una mega retrospectiva sobre uno de los movimientos, sino "el" movimiento artístico italiano más importante de la segunda mitad del siglo XX (con permiso de Achille Bonito Oliva y la Transvanguardia, también en muestra actualmente en Milán en el Palazzo Reale).

La idea del proyecto tiene dos lecturas, por un lado la de mostrar la capacidad y el interés de los museos italianos de trabajar en común y mostrarse como una verdadera red de espacios expositivos  y por el otro la de revisar a nivel crítico el movimiento que nació en 1967 y abrió la puerta a la experimentación con nuevos materiales y a la relación del arte con el espacio que lo circunda. Arte Povera 2011 es  una clara voluntad de historizar el movimiento pero también de validar sus postulados en el momento presente, y tal vez sea aquí donde más cojea la idea, ¿realmente debemos hablar de povera en el 2011?

Vista general de la exposición. Foto: Via Artribune

Mi opinión se limita a la exposición de la Triennale, cuya finalidad es la de mostrar el Arte Povera en el contexto internacional de la época. Los artistas que históricamente podemos considerar povera son 13: Giovanni Anselmo, Alighiero Boetti, Pier Paolo Calzolari, Luciano Fabro, Jannis Kounnellis, Mario Merz, Marisa Merz, Giulio Paolini, Pino Pascali, Giuseppe Penone, Michelangelo Pistoletto, Emilio Prini y Gilberto Zorio.

Vista de la exposición. En primer termino, Mario Merz, Le case girano intorno a noi o noi giriamo intorno a le case? 1994. Foto: Marco Curatolo

Una extensísima cronología en la sala de entrada del espacio de la Triennale sirve de arco histórico para ver la evolución del movimiento y entender su internacionalización a través de tres hechos significativos: la exposición Arte&Ambiente comisariada por Celant en la Bienal de Venecia de 1976 y las exposiciones realizadas por el grupo en la Galeria Konrad Fischer y Leo Castelli respectivamente.

Giuseppe Penone, Albero porta, 1993. Foto: Triennale di Milano

A nivel expositivo la muestra se resuelve haciendo honor al nombre: pobremente. Las salas de la planta baja están dedicadas a figuras individuales con obras históricas que muestran las bases estéticas sobre las que se fundó el movimiento. El resultado es algo frío y desangelado, como si las obras hubiesen envejecido mal, más allá de relacionarse con el espacio arquitectónico parecen perderse en él.

Vista de la exposición en la Triennale con obras de Pino Pascali, Giovanni Anselmo y Alighiero Boetti, 2011 Foto: Marco Curatolo

Pino Pascali, 32mq di mare, circa 1967. Foto: Triennale di Milano

En el piso superior se encuentran piezas históricas junto con aquéllas que muestran la evolución de los artistas que todavía se encuentran en activo, en un intento de establecer una relación continúa entre pasado y presente y demostrar que éstos todavía pueden exponer como grupo. Hay instalaciones como la de Pino Pascali, 32mq di mare y Giovanni Anselmo que merecen la visita a la exposición, aún así la disposición de las obras está desequilibrada, algunas se pisan y otras adolecen de no crear la sinergia esperada entre ellas, esto es así especialmente en las obras realizadas en los últimos años. Algunos de los artistas decididamente han perdido lo de povera por el camino como el caso de Marisa Merz, con una instalación al principio de la exposición muy mínima y poética hecha con hilo de nylon a finales de los sesenta  y en cambio unas pinturas de los últimos años con pan de oro que no entiendo qué tienen que ver con el movimiento artístico de los sesenta. Lo mismo me parecieron los bustos romanos de Giulio Paolini.

Giovanni Anselmo, Verso oltremare, 1984. Foto: Triennale di Milano

Y es que el querer mantener que el povera tiene su continuidad hasta el 2011 es un poco alargar la cosa, es como la Venere degli stracci de Pistoletto que de tan rehecha ya ha perdido la gracia. Si hay que ser purista hay quien dice, el propio Celant en su momento, que el povera se acaba en 1971, así que mostrar lo que los artistas han continuado haciendo hasta el día de hoy es mostrar su evolución personal y no tanto la del povera en sí cuyo nacimiento fue fruto de un momento concreto de la historia. Querer historizar cierto tipo de arte o ciertos movimientos es como querer enlatar algo que si bien debiera comerse fresco lo acabamos consumiendo en conserva.