Atsuko Tanaka, Electric Dress, (1956). Foto: via Artnet. Haegue Yang, Series of vulnerable arrengements, 2007. Foto: Photographic Services Basel |
Es inevitable al ver las obras de Haegue Yang (Korea, 1971) no pensar en la figura de Atsuko Tanaka (Japón,1932-2005). Una de las principales figuras de los movimientos de vanguardia de los
años cincuenta en Japón, Tanaka formó parte de los grupos Zero y Gutai. Es en la
segunda exposición de este grupo, en 1956 cuando Tanaka mostró y llevó puesto
su “Electric Dress”, un vestido formado por bombillas eléctricas, a medio
camino entre la instalación, el media art y la performance. Buscar una nueva estética bajo la poética de
los objetos cotidianos era una de las finalidades de Tanaka, esa misma belleza
y poética que Haegue Yang sabe crear con materiales, objetos y espacios no
pensados para el arte. Las esculturas habitables y móviles presentadas por Yang el año pasado en los
Tanks de la Tate nos recuerdan a ese mismo interés de Tanaka por trabajar la
relación entre el cuerpo y el objeto/obra de arte, desdibujar los lÃmites entre lo uno y el otro, entendiendo la obra como una extensión del cuerpo, ampliando
las nociones de espacio público/privado. También el sonido de los cascabeles de la última exposición de Yang en ChantalCrousel evoca la primera obra que Tanaka
presentó con Gutai,“Bell”. Ambas artistas saben encontrar belleza y poética en aquellos objetos ordinarios y tecnológicos que median nuestra vida.
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