Ayer me enteré que el Centre Pompidou ha decidido reorganizar las salas de su colección permanente otorgando un mayor papel al arte de género y a lo étnico. Mayor protagonismo por tanto al arte creado por las mujeres y por aquellos artistas que no han nacido en centros de dominio cultural, en definitiva, que se hace justicia y se ofrece visibilidad a quien no la ha tenido hasta ahora.

Esta nueva lectura de la colección del Pompidou viene precedida por una exposición que se celebró este verano titulada elles@centrepompidou. En ella se recorría el arte producido por mujeres artistas desde los cincuenta hasta nuestros días. No estaba estructurada de forma cronológica sino en secciones temáticas: Fuego a voluntad, con obras de Valie Export, Niki de Saint Phalle, Hannah Wilke entre otras, El cuerpo como slogan, Ana Mendieta, Marian Abramovic "of course", Abstracción Excéntrica tomando el artículo y exposición del 1966 de Lucy Lippard y mostrando a Yayoi Kusama, Eva Hesse y Louise Burgeoise, Una habitación propia con instalaciones de Dorothea Tanning, Carla Accardi o Mariko Mori, La palabra en la obra,  Barbara Kruger, Agnès Thurnauer y finalmente Inmateriales con Agnes Martin y Élisabeth Ballet. Su catálogo es un buen inicio a la lectura de la Historia del arte de la segunda mitad del siglo XX desde el punto de vista femenino, un primer inicio de lo que nos traerá el futuro.