Ayer comenté la
exposición sobre Arte Povera que ha comisariado Germano Celant en diversos museos italianos, cuya finalidad ha sido la de realizar una análisis crítico e histórico del movimiento que supuso la superación del arte entendido como pintura y escultura y que abrió la puerta a la experimentación con nuevos materiales. La exposición no me acabó de gustar, la encontré ambiciosa, con más necesidad de ofrecer un gran show y de resucitar el movimiento y su supuesta continuidad hasta día de hoy.
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Xavier Vilageliu, El nom de les coses, 1971. Foto: Camilayelarte |
Unos días antes de ir a Milán visité
Meridià Granollers anys 70. Art de concepte i acció una exposición
sobre el nacimiento del arte conceptual en Cataluña, que
comparte con la exposición del Arte Povera 1967-2011 la recuperación de un mismo momento histórico y de eclosión de nuevas prácticas artísticas. Si bien no podemos comparar el peso y la visibilidad internacional del
Arte Povera con la del conceptualismo catalán, ni la situación política y cultural de los dos países, sí que podemos hacerlo en el planteamiento y resultado de ambas exposiciones.
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Vista general de la exposición. Foto: Camilayelarte |
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Magda González, Empaperament, 1971. Foto: Camilayelarte |
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Vista general de la exposición. Foto: Camilayelarte |
Meridià Granollers anys 70 es una exposición perfectamente documentada y relatada, que nos acerca a una parte importantísima de la historia del arte de nuestro país. Es más,
Pilar Parcerisas, su comisaria y los colaboradores de la muestra han conseguido
transmitir algo tan difícil e inmaterial como es la energía artística que impregnó la ciudad de Granollers en aquellos años. Tras la visita de
Meridià tienes la sensación de haber captado el espíritu de un período concreto y de un lugar específico.
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En primer término, Àngel Jové, Il·lusió sentimetal, 1971 y Xavier Vilageliu, Elegia de la vida barata, 1971, reconstrucción 2010. Foto: Camilayelarte |
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Acción colectiva, El sant sopar, mayo 1973. Foto: Pere Espaulella |
Montar una exposición sobre un movimiento que desafió el arte entendido como objeto, priorizando la idea y la acción por encima de la obra, no debe ser fácil.
Que el resultado no sea una sucesión de documentos en vitrinas que transmiten la muerte de tal acción, que el ejercicio de historización no acabe convirtiendo la experiencia por parte del público en algo didáctico pero aburrido
es todo un reto que
Meridià Granollers supera con creces.
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Vicenç Viaplana, Vides provocades, 1976. Foto: Camilayelarte |
No es una exposición con muchas obras y sí con testimonios fotográficos y documentales. Algunas de las instalaciones son reconstrucciones, puesto que fueron concebidas como acciones efímeras. La exposición está dividida en dos espacios físicos y temáticos, el primer piso alberga el periodo de 1971 a 1973 en el que Granollers reactiva y se inventa una escena artística emergente a través de diversas iniciativas como el
I Concurs d'Art jove y la exposición
Homentage a Miró, que darán lugar a las prácticas de arte efímero y pobre. El segundo piso muestra la deriva de este arte de acción en los happenings y el postconceptual de los años 1974 y 1979.
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Acción de Jordi Benito, Diapason, 1972. Fotografía Joan Tintó |
Resulta sorprendente y revelador que una ciudad como Granollers se proyectará más allá de su condición de ciudad de provincias y que
desde una escena artística local logrará mostrar unas prácticas artísticas en total consonancia con lo que se estaba experimentado en el resto de Europa en aquel momento.
Vicenç Viaplana,
Jordi Benito,
Xavier Vilageliu, Magda González, Lluís Peñaranda o
Carlos Pazos son algunos de los artistas presentes en la exposición y artífices de esta eclosión de experimentalismo.
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Vista general de la exposición. Foto: Camilayelarte |
Menos espectacular y con menos budget que la superproducción sobre
Arte povera en Italia,
Meridià Granollers anys 70 es una exposición imprescindible para entender el arte en Cataluña y acercarnos a la obra y a la actitud de unos artistas que creyeron posible superar el aislamiento cultural en el que estaba sumida España. Toda una lección.
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