Iñaki Garmendia en La Virreina










El arte vasco de los últimos años ha producido figuras importantes de la talla de Ibon Aranberri y Asier Mendizábal, junto con ellos, Iñaki Garmendia viene a completar este grupo de artistas que ha desarrollado a través del arte un nuevo modo de analizar la identidad cultural, la relación con el entorno y las connotaciones sociales y políticas que determinan dicha relación.


Iñaki Garmendia, vista de una discoteca de Guipúzcua, Foto: Camilayelarte

 
De los tres, Iñaki Garmendia es probablemente el más cañero, aunque ello no le quite ni un ápice de seriedad y complejidad a su discurso. La Virreina nos ofrece una buena oportunidad para conocer su obra. No es una exposición fácil, pero el arte vasco nunca lo es, no me fue fácil Aranberri en la Tàpies ni Mendizábal en la Bienal, pero lo interesante de sus propuestas va a la par con su dificultad. 

Vista de la exposición de Iñaki Garmendia en La Virreina, Foto: Camilayelarte

Digo que Garmendia es cañero porque en su obra está muy presente la cultura suburbana y el punk, habla de identidades culturales estrechamente ligadas a un público joven. La música y la política subyacente  en dicha música así como los espacios  destinados al consumo de esta cultura underground se dan de la mano en sus obras.

Vista de la exposición de Iñaki Garmendia en La Virreina, Foto: Camilayelarte

No utiliza discursos narrativos cerrados sino abiertos siempre a nuestra interpretación, el mensaje nunca está del todo claro y de ahí cierto extrañamiento con respecto a sus instalaciones. Precisamente este juego de situaciones extrañas o descontextualizadas le sirven para hablarnos de contextos locales que pueden encontrar un paralelo o no en otros lugares del mundo. Uno de sus proyectos más aclamados es Kolpez Kolpe que supuso la traslación de un tema del rock radical vasco interpretado por un grupo de músicos taiwaneses. 

Instalación que recoge el proyecto Kolpez Kolpe, Foto: Camilayelarte

El trabajo de Garmendia es interesante porque juega con la tensión que se produce al hablar de nacionalismo cultural en la era de lo global. Muestra cómo es posible que lo local explique cuestiones extrapolables y comunes al ser humano.

Lo mejor: Los músicos taiwaneses tocando Kolpez Kolpe.

Lo peor: La instalación de la bicicleta Orbea, un poco espesa para empezar...

Iñaki Garmendia en la Virreina Centre de la Imatge hasta el 2 de Octubre de 2011



Camila y el Arte

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