La ostentación no forma parte de la esencia
del carácter belga o neerlandés. Traducido en términos de coleccionismo
artístico podríamos decir que ni la Colección Saatchi ni la Fundación Cartier
encajarían en el paisaje cultural de Amsterdam o Bruselas, al fin y al cabo ambos países cuentan con una
prolífica tradición de arte burgués en el sentido flandesiano del término,
pintura doméstica a ser expuesta de puertas hacia dentro sin la función
representativa y alegórica del poder eclesiástico o monárquico de nuestras
latitudes. Esta misma tradición hace que el cambio hacia un sistema artístico
basado en la economía capitalista no haya dado lugar a ostentaciones de poderío
económico y cultural como sucede en otros países. En Bélgica se colecciona bien
y en voz baja.
Vista general de la exposición Resonance(s) en la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Vista exterior de la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
El Hôtel Solvay del arquitecto Victor Horta, 1900. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Jardin privado de la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Con motivo de la última edición de Art Brussels, celebrada la semana pasada, hemos podido visitar durante estos días tres colecciones privadas, o mejor dicho tres modos de poner en muestra una colección privada más allá de la habitual cesión de obra para una exposición. Una fábrica reconvertida en residencia privada y abierta al público bajo previa reserva como The Loft del coleccionista Alain Servais, un espacio expositivo que funciona cual museo como la VanhaerentsCollection o una casa privada habitable pero sin inquilinos convertida en una especie de museo. Este último es el caso de la Maison Particulière, una iniciativa de la pareja de coleccionistas franceses Amaury y Myriam de Solages quienes hartos de ver las obras colgadas en espacios asépticos abrieron en 2010 un lugar donde mostrar al público de qué modo las obras de arte contemporáneo se adaptan al espacio privado de sus coleccionistas.
La Maison particulière es pues lo que su nombre indica, una casa privada situada en un barrio elegante de Bruselas, muy cerca del magnífico Hôtel Solvay de Victor Horta. Los Solages no viven en ella sino que la han decorado según un estilo clásico, cálido y acogedor, repoduciendo lo que para ellos es una casa particular, en ella celebran exposiciones en las que se invita a coleccionistas europeos a hacer dialogar sus obras sin mediadores, es decir, comisarios, ¿el resultado? un DIY de altos vuelos.
Vista general de la exposición Resonance(s) en la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Vista general de la exposición Resonance(s) en la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Vista general de la exposición Resonance(s) en la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Resonance(s) es el nombre de la actual exposición en muestra en la que cuatro colecciones europeas nos proponen un viaje (muy) abierto en torno a la idea de resonancia, utilizando como contrapunto la obra del artista belga Gauthier Hubert. Henk y Victoria de Heus-Zomer (Holanda), la colección Maramotti (Italia), Josep Maria Civit (España) y la colección de Solages (Francia) son las encargadas de darle forma. No hay cartelas, por lo tanto no hay nombres, ni títulos ni fechas que acompañen a las obras en muestra, pero en absoluto se desatiende al público pues en cada espacio, salón y biblioteca de la casa están dispuestos unos cómodos sillones, sofás y mesas que ofrecen un generoso surtido documental para el que quiera profundizar en las obras, los artistas o los coleccionistas. Inevitablemente uno se siente como en casa, aquí no hay dolor de pies, de espalda ni agotamiento que valga, tanto da que las obras no sean nada del otro mundo o que haya un exceso de obra por sala, la comodidad puede con ello y acaba convenciendo de que los oscuros cuentan en el arte contemporáneo tanto como los claros.
Vista general de la exposición Resonance(s) en la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Vista general de la exposición Resonance(s) en la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Vista general de la exposición Resonance(s) en la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
Vista general de la exposición Resonance(s) en la Maison Particulière, 2014. Bruselas. Foto: Camilayelarte |
De las cuatro colecciones en muestra las mejores son la de Josep Maria Civit y la Maramotti. La primera es la de uno de los mayores coleccionistas de arte contemporáneo de Barcelona, la segunda es la creada por Achille Maramotti fundador de la empresa textil Max Mara, con sede en Italia (Reggio Emilia). El discurso de la resonancia no nos atrapa particularmente por lo que nos dedicamos a reconocer las obras y las galerías proveedoras, tratando de trazar nuestro propio recorrido por las compras de Civit. Aleksandra Mir en el hábitat bibliotecario que le es propio, Joan Brossa, Ángela de la Cruz, Antoni Llena literario y ligero con su carta a Milena, un primer Jaume Plensa o David Bestué en su etapa formalista son las mejores intervenciones de la colección. Maramotti en cambio destaca con Emilio Isgrò, Gianni Caravaggio y Laure Prevost, esta última presente gracias al premio que la colección Maramotti convoca cada dos años en colaboración con la Whitechapel de Londres el Max Mara Art Prize for Women.
Maison Particulière
Resonance(s)
del 24 de abril al 29 de junio
Precio: 10€
Rue de Châtelain, 49
Bruselas, Bélgica
Más fotos de la Maison Particulière en nuestra página de Facebook.
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