¿Es posible recrear una exposición histórica? ¿Tiene sentido hacer un remake? Miuccia Prada le planteó a Germano Celant la posibilidad de hacerlo con la muestra más paradigmática de la segunda mitad del siglo XX, When Attitudes Become Form, comisariada por Harald Szeemann  en la Kunsthalle de Berna en 1969. Si el proyecto en sí plantea multitud de dudas, no ya de carácter conceptual sino técnico, el reto se vuelve más complejo cuando el espacio a ocupar por el remake es un palacio del siglo XVIII ubicado en el Gran Canal de Venecia.

Razonaré el porqué de tan tajante sentencia. Ante todo cabe decir que durante la semana de inauguración de la Bienal no es recomendable visitar exposiciones puesto que se da el fenómeno paranormal de la formación de largas colas para ver arte. Aun así, por las particularidades de la exposición, en Ca’ Corner della Regina, sede de la Fondazione Prada, la cola estos días es particularmente larga y además con trampa, una vez superada la puerta de entrada la organización te sorprende con dos colas más, una a pie de escalera, y otra a media. La sensación es parecida a cuando se hace cola para entrar en una atracción, la expectación y el misterio van creciendo, es más, en la última cola uno de los asistentes de sala te informa de la importancia y características de la exposición, de la dificultad que ha supuesto su recreación y de la importancia de la exposición original en el desarrollo de la Historia del arte de finales del siglo XX. Estamos listos para la consagración, Jean Clair y el paralelismo entre los fieles y sacerdotes del arte nos vienen a la mente.

When Attitudes Become Form: Bern 1969/Venice 2013. Fondazione Prada, Ca'Corner della Regina, Venecia. Junio 2013. Foto: Camilayelarte

When Attitudes Become Form: Bern 1969/Venice 2013. Fondazione Prada, Ca'Corner della Regina, Venecia. Junio 2013. Foto: Camilayelarte

Para preservar el espíritu de la muestra se ha decidido no crear una hoja de sala para el público con la explicación detallada de las obras, la información la encontramos en unos pequeños paneles dentro de las salas donde aparece la leyenda de las obras marcadas con un simple número. La finalidad es preservar la frescura de la reacción del público ante las obras. Ahora bien, el principal problema es que han pasado 44 años desde que se realizó la exposición original, por lo tanto la distancia histórica es insalvable, todavía más cuando te informan en las escaleras de que lo que vas a ver cambió el curso de la historia del arte. Un remake expositivo es un acto de revisitación histórica, un ejercicio de análisis que bien puede hacerse desde los registros documentales o bien como ha optado Celant, desde la recreación de la instalación expositiva, pero no puede ser una experiencia donde revivir el espíritu que transmitía la exposición. 

When Attitudes Become Form: Bern 1969/Venice 2013. Fondazione Prada, Ca'Corner della Regina, Venecia. Junio 2013. Foto: Camilayelarte

La nueva When Attitudes Become Form se queda en la forma pero no en la actitud. Forma exacta pero actitud simulada. Conceptos como, fluidez, proceso, libertad, energía, imaginación, que aparecen asociados al imaginario que acompaña When Attitudes Become Form, se convierten en Venecia en todo lo contrario, el resultado es una muestra acotada, donde el público es sólo consciente de los límites que se le imponen al moverse entre las obras: cordeles para no acercarse a las instalaciones, prohibición de volver atrás sobre los propios pasos para visitar la sala anterior, recorrido ferreamente marcado por la organización, incluso vigilantes que no permiten acercarse al panel de información para no estropear el igloo de Merz. No puedo entender como los organizadores no se han dado cuenta de semejante paradoja (todavía subsanable con más libertad de movimiento y una hoja de sala con la información de los panales –¡nada más!). La reverencia hacia el pasado, el ejercicio de memoria, niega completamente la esencia de la muestra de Harald Szeeman así como la obra de todos aquellos artistas que ampliaron la noción de lo que hasta entonces se había considerado arte.

When Attitudes Become Form: Bern 1969/Venice 2013. Fondazione Prada, Ca'Corner della Regina, Venecia. Junio 2013. Foto: Camilayelarte

El experimento de Celant, excelente en cuanto a reproducción expositiva, falla en cuanto a la esencia del sentido de When Attitudes Become Form. Visitar este remake supone enfrentarse a preguntas cómo qué es verdaderamente el arte, y también qué es una exposición. La respuesta la hayamos en el mensaje inmaterial que emanan los objetos, las esculturas, la pintura, en aquello que cuenta un conjunto de obras puestas en relación en un espacio concreto y en un momento dado de la historia. El arte es conocimiento, ideas,  pensamiento al que llegamos desde las formas  producidas por actitudes, las de los artistas, en relación a un contexto cultural, social y político dado. La experiencia sensorial y conceptual que produce visitar una exposición es irrepetible, intangible, por ello es imprescindible que el arte se viva en propia carne, porque aquella reacción, aquel momento no volverán en la historia, jamás sabremos qué era entrar en una exposición de 1969 y ver un trozo de pared extraído, una serie de piedras formando una silueta de hombre o un teléfono anunciando la llamada de un tal Walter de Maria.  Sí podemos emocionarnos al reconocer su forma, al identificar instalaciones que nos suena haber visto en esas fotos en blanco y negro, tal vez sólo rastros documentales, sí, pero que aun así acercan y no alejan el espíritu de una actitud, de una época.

Te gustará si… eres mitómano y fetichista.

No te gustará si… Prefieres mantener el espíritu de las cosas y no te va venerar a los antepesados.

Lecturas recomendadas: Barry Barker, When Attitudes Become Form. Live in your head; Hans Ulrich Obrist, When Attitudes Become Form de Harald Szeemann