¿Puede un mapa revolucionar la
mirada colectiva? Así lo creyeron los surrealistas cuando en junio de 1929
publicaron en la revista varietés El mapa del mundo en la época de los
surrealistas¸ una nueva forma de ver y entender Europa que nada tenía que ver
con las convenciones y construcciones que los poderes políticos habían puesto
en práctica tras la primera guerra mundial. También Torres García cambió la condición de Sur de Latinoamérica
girando el mapa de arriba a bajo.
El arte, el bueno, siempre va por
delante, avanzándose a cualquier cambio social, preludiándolo, cuestionando y
poniendo en crisis un modelo de mundo que desde pequeños nos han enseñado a asumir como
tal, inmóvil, eterno, histórico y continuo. El día que el arte pierda su
capacidad de subversión la humanidad estará perdida.
Cartografies contemporànies, Caixaforum, 2012. Foto: Camilayelarte |
Le monde au temps des surrealistes, Cartografies contemporànies, Caixaforum, 2012. Foto: Camilayelarte |
La cartografía responde a la
necesidad del hombre de construir una imagen del mundo, de ordenarlo de modo
que responda a la idea e intereses que tenga de él. El mapa es la mirada
construida de un sujeto con respecto a
la realidad. En Cartografies
Contemporànies, Helena Tatay comisaria de la exposición nos plantea un recorrido por los distintos
modos en que el arte contemporáneo utiliza la cartografía como herramienta para
construir una mirada descentralizada que
toma forma desde el margen y el fragmento. Siete tipos de mapa, siete modos
de cartografiar la experiencia del ser humano en el territorio estructuran el
discurso de la exposición. Partiendo de la cartografía como lenguaje y con el ya mencionado mapa de
los surrealistas, el nuevo mundo de Isidoro Valcárcel Medina o los recorridos
de Stanley Brouwn, se muestra la convención cultural y política que se esconde tras la codificación del territorio. El mapa como espacio invisible como el de Giovanni Anselmo o bien utópica y social como la New Babylon de Constant, cartografías de carácter político y social, con Oriol Villapuig y su península ibérica cargada de fosas comunes o los escándalos políticos y económicos de Mark Lombardi que también se vieron en dOCUMENTA.
El cuerpo como cartografía visto en las huellas de Ana Mendieta sobre el barro, o las psicografias de Debord sobre el mapa de París o bien como experiencia vivida a través de los Stilpass de Félix González-Torres o los mapas mentales de Ana Maria Maiolino. Mapas de lo intangible, de aquello que es y no se puede ver y el arte codifica y transmite con su propio lenguaje, como el arte aborígen australiano de Dorothy Napangardi. Mapas conceptuales, como los mapamundi de Ignasi Aballí construidos a través de las noticias contenidas en los medios de comunicación.
Más allá de las obras en muestra, el núcleo central del sentido de la exposición, de comprender el mapa más allá de su función cartográfica, se encuentra en la imperdible aportación del geógrafo Franco Farinelli, quien a lo largo de cinco videos explica de qué forma el mapa constituye una metáfora del modo como el hombre piensa y concibe su existencia en relación al territorio. En este vídeo Farinelli habla del mapa como tabla, y por lo tanto de la concepción de un mundo con límites y marcos y existencias más allá de ellos; de la transformación de la relación del hombre con respecto al mundo en el momento en que se descubre la perspectiva, de cómo la vista pasa a ser el principal de los sentidos dando lugar a la modernidad, cuya máxima es pretender que la imagen que el hombre construye del mundo sea efectivamente el mundo. Farinelli concluye con la llegada de la red y de cómo ésta ha puesto punto y final a la modernidad. Ddónde estamos? todavía no lo sabemos, nuestro trabajo está en descifrar la lógica interna de la red que parece apunta hacia la capacidad de comunicación y acción colectiva.
Cartografies contemporànies, Caixaforum, 2012. Foto: Camilayelarte |
Cartografies contemporànies, Caixaforum, 2012. Foto: Camilayelarte |
Cartografies Contemporànies. Dibuixant el pensament
CaixaForum Barcelona. Av. de Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8. 08038 BARCELONA
Hasta el 28 de octubre de 2012
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