Las asociaciones profesionales del arte contemporáneo de España han hecho público el siguiente manifiesto después de las medidas anunciadas por el Gobierno español de aumentar el IVA en el sector cultural hasta el 21% (lo que supone un incremento de 13 puntos) y de reducir el presupuesto de las instituciones culturales.
Rajoy en el Congreso de los Diputados anunciando los recortes |
Manifiesto por la cultura en España:
Las medidas adoptadas por el Gobierno el pasado 13 de julio sitúan
irreversiblemente a España en una dirección de recesión económica y de
dependencia política que no permite anticipar una salida a la actual
situación de crisis económica y social; su próxima puesta en marcha
afecta, además, a los futuros parados, a los futuros jubilados, a los
pensionistas, a los dependientes y sus familiares, a los funcionarios, a
los autónomos, a los artistas y empresas culturales…
El ataque al ya frágil tejido cultural, que a partir del 1 de
septiembre quedará herido de muerte, es especialmente grave por lo
irracional de su planteamiento: algunas de estas medidas, lejos de
ayudar a aportar soluciones a la crisis económica, van a conducir a la
extinción de una red de profesionales y empresas especialmente
preparados para mejorar la calidad de nuestra convivencia; en estos
momentos, el tejido cultural es el más adecuado para promover la
innovación, impulsar la crítica, sustentar la cohesión social, imaginar
un futuro… es decir, para contribuir de forma decisiva al diseño
colectivo de un nuevo modelo económico para nuestra sociedad.
Las medidas del 13 de julio lo van a debilitar irremisiblemente, para
ahondar más si cabe la crisis ética de nuestro país y el escepticismo
sobre nuestra capacidad de salir juntos adelante, sin dejar a nadie en
el camino. La cultura es un lugar privilegiado para dotar de
credibilidad a los mecanismos colectivos de nuestra sociedad, para
proponer vínculos que mejoren nuestra cohesión, para estimular procesos
colectivos. Sin esa red de intereses culturales en la que se entretejen
pasado, presente y futuro los proyectos colectivos son más difíciles de
desarrollar.
No es posible omitir que las medidas del 13 de julio, unidas a las
que se han ido adoptando cada viernes de dolores y a las líneas maestras
de los Presupuestos Generales del Estado de este año, van dirigidas
contra los sectores más débiles de la sociedad española y contra los
diferentes colectivos que pueden obstaculizar la intención de los
intereses financieros europeos de configurar una orla mediterránea de
mano de obra barata y mucho suelo disponible, con el menor control
democrático sobre este proceso. Y los profesionales y las empresas
culturales formamos uno de los sectores que pueden oponerse, por su
capacidad de crítica y su influencia social, a este proceso de
autoritarismo económico.
Las medidas del 13 de julio no van dirigidas exclusivamente contra
los profesionales y las empresas culturales, pero sí que van dirigidas
contra nosotros, precisamente en un momento en el que, por la
globalización que propician las tecnologías de la información, por la
necesidad de mejorar la capacidad competitiva de los países, por el
cuestionamiento de los modelos económicos tradicionales, la cultura debe
considerarse como un sector estratégico, y mucho más en España, ya que
es fundamental para dirigir nuestra función de bisagra entre las
economías y las sociedades europea y latinoamericana. Por eso no se
entiende desde la racionalidad económica el tratamiento que el Gobierno
va a dar desde el 1 de septiembre al conjunto de la actividad cultural:
en un momento de recesión como el actual, el consumo de bienes
culturales presenta una tendencia negativa irremisible; a ello
contribuirá más todavía el doble efecto de aumento de coste que
representan el incremento de las retenciones de IRPF para los autónomos y
el incremento de IVA para la mayor parte de bienes culturales, en
algunos casos de hasta un 13 %; sumadas estas dos medidas, lejos de
aumentar la recaudación por parte del Estado -lo que podría no
compartirse, pero sí entenderse- va a reducirla porque va a minimizar
hasta la nada la actividad cultural productiva, al tiempo que se
precariza más todavía al sector, lo sitúa en una posición de difícil
competitividad con el exterior y lo empuja hacia transacciones
irregulares, fuera de la disciplina fiscal, sobre todo en algunos de los
ámbitos de actividad. La adopción de estas medidas va a contribuir al
empobrecimiento intelectual de España y va a arrojar al paro a miles de
trabajadores.
En la actual situación sería comprensible que se planteara desde el
Gobierno un reparto de cargas entre el conjunto de la sociedad española
para “salir de la crisis”, pero este reparto solo sería aceptable bajo
tres principios: que se conozcan los objetivos, que se negocien los
criterios y las formas de distribución y que afecte a todos los sectores
de la sociedad, con la excepción de los más necesitados. Por lo que
sabemos y vamos interpretando, los objetivos no son los que aparecen en
los preámbulos de los decretos, los criterios y las formas de
distribución son autoritarios, no trasparentes y sectarios y los
sectores afectados por las medidas son los más débiles o los más
dinámicos de la sociedad española.
Por todo ello, porque nos jugamos el ser o no ser de la actividad
cultural en España, nuestro trabajo profesional y nuestra capacidad de
contribuir a crear conocimiento, es imprescindible que de forma conjunta
y con una visión racional y global de la situación respondamos cuanto
antes a las medidas anunciadas por el BOE y exijamos al Ministerio de
Cultura, Educación y Deporte la puesta en marcha de otras políticas, que
no solo son posibles, sino sobre todo necesarias. La actividad cultural
española necesita ser impulsada, no arrojada al contenedor de material
reciclable. Desde el conjunto de los profesionales y empresas culturales
reclamamos la unidad de todo el sector para hacer frente con la mayor
fortaleza a este conjunto de medidas que van en contra de los intereses
de nuestra soberanía como sociedad.
Desde esta unidad, exigimos la retirada de las medidas que atacan a
la supervivencia del tejido cultural de nuestro país, como es el
incremento del IVA al 21%; reclamamos un proceso de negociación del
Ministerio de Cultura, Educación y Deporte con las asociaciones
representativas de los diferentes sectores para analizar la realidad
económica de la cultura española y adoptar las medidas que, en la actual
situación de crisis, garanticen su supervivencia y proponemos la
elaboración conjunta de un Plan de Apoyo y Protección de la Cultura, hoy
más necesario que nunca, como contribución de los profesionales y
empresas culturales de España a la salida de la crisis. Hasta ese
momento, rechazamos nuestra participación en todo acto o convocatoria
promovido por el Ministerio de Cultura, Educación y Deporte como muestra
de protesta ante las medidas del 13 de julio.
Para expresar claramente nuestra posición unitaria como
representantes del sector de la cultura, hacemos público este Manifiesto
y convocamos acciones de protesta en todas las ciudades.
Firmantes:
- Asociación Cultural Sorambulas
- Clasicas y Modernas. Asociación para la igualdad de género en la cultura
- Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales de España
- Consorcio de Galerías Españolas de Arte Contemporáneo
- Encuentros de Mujeres de Iberoamérica en las Artes Escénicas
- Instituto de Arte Contemporáneo (IAC)
- Mujeres en las Artes Visuales (MAV)
- Off Limits
- Unión de Asociaciones de Artistas Visuales
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