Descreídos abstenerse. Sense Mesura variable, el proyecto de Joana Cera para el Espai Zero de la Fundació Suñol, es una instalación que invita a desprendernos y conectarnos con otra realidad dada. Un poema de amor a la tierra, como dice la nota de prensa,  pero también una oportunidad de encontrar una nueva, o tal vez no tan nueva pero sí perdida forma de relacionarnos con la naturaleza entendiéndola como elemento simbólico y mágico fundamental en nuestras vidas.

Joana Cera, Sense Mesura Variable, 2012, Espai Zero, Fundació Suñol. Foto: Camilayelarte

Joana Cera, Sense Mesura Variable, 2012, Espai Zero, Fundació Suñol. Foto: Camilayelarte

El proyecto consta de dos piezas que si bien independientes se complementan en un equilibrio de contrarios que se da de forma habitual en el trabajo de Joana Cera. Por un lado tenemos la instalación, el espacio sagrado libre de toda carga y connotación exterior donde tres niveles, lo humano, lo natural y lo espiritual se superponen. Un lecho de periódicos, el rastro de lo humano, deja entrever a través de sus titulares la sin mesura de nuestro modo de relacionarnos con el mundo,  sobre él se extienden 330 pastillas de barro,  la forma amorfa originaria de la tierra, el fango oscuro del que se eleva la espiritualidad contenida en los 72 cristales esparcidos sobre ellas. La instalación invoca a la Tierra a través de la no-manipulación del material que la simboliza y la geometría sagrada contenida en ella. Es una reconciliación con la naturaleza a través del respeto a la materia original, a su esencia misma.

Joana Cera, Sense Mesura Variable, 2012, Espai Zero, Fundació Suñol. Foto: Camilayelarte

Joana Cera, Sense Mesura Variable, 2012, Espai Zero, Fundació Suñol. Foto: Camilayelarte

La otra pieza que completa el proyecto es el vídeo que nos introduce en el ritual que ha hecho posible la instalación, a pesar de ser una pieza independiente a mi me parece imprescindible verla ante el lecho de barro y cristales del espacio expositivo. En los gestos y en la relación que Joana Cera establece con los cristales al manipularlos se transmite de algún modo sus cualidades táctiles, algo que si no fuera por los vigilantes de la sala experimentaríamos de buena gana por nosotros mismos. El rumor del agua que limpia las piedras y el proceso de descarga y purificación a través de la geocromoterapia preceden al ritual mismo que es el montaje de la instalación. No sólo lo que vemos sino también lo que oímos forma parte de un proceso donde todo parece estar interconectado y desde donde percibimos que no sólo aquéllo programado ha tenido lugar, sino que también el azar ha intervenido de forma mágica para tratar de hacer visible lo invisible.

Sense Mesura Variable en el Espai Zero de la Fundació Suñol del 8 de marzo al 28 de abril de 2012.