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Libro de la exposición. |
Quienes hayan nacido entre 1975 y 1985 recordarán aquellos libros juveniles de "
Elige tu propia aventura" donde el lector tomaba parte activa en el relato, seleccionando las distintas posibilidades y itinerarios que se le ofrecían. Pues bien,
partiendo de la misma premisa David Armengol ha comisariado una atrevida exposición en Can Felipa en el barrio de Poblenou, en donde al público se nos ofrece la sorprendente oportunidad de ser parte activa de la exposición.
De pronto nos cae encima una responsabilidad que ningún museo ni sala de exposiciones se habia atrevido a otorgarnos hasta ahora.
Somos nosotros quienes a través de nuestras decisiones construimos la visita a la exposición, el itinerario viene marcado por la selección que hagamos y de ello depende que visitemos unas obras y rechacemos otras.
La aventura está servida.
Los artistas que exponen en
La Gran Aventura son una
muestra del arte emergente en Barcelona, todos ellos han estado compartiendo taller en Hangar desde 2008 hasta 2010.
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Vista exterior de Can Felipa. Foto: Camilayelarte |
La selección de obras y artistas no está condicionada por ningún discurso específico, sino más bien por el intento de plantear desde la más absoluta libertad qué es ser artista y qué es crear hoy, aquí y ahora.
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Vista de los libros que se ofrecen al visitante junto con el mapa de explorador. Foto: Camilayelarte |
El único
hilo conductor de la exposición es el Libro que se nos ofrece al llegar a Can Felipa: La Gran Aventura, desde el que David Armengol nos habla en segunda persona, guiando o más bien
sugiriendo nuestra toma de decisiones a lo largo de la exposición.
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David Bestué, Pomo, 2011. El pomo de la puerta de entrada a la expo Foto: Camilayelarte |
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David Bestué, Pomo, 2011. El pomo de la puerta de entrada a la expo Foto: Camilayelarte |
Mi exposición (que bien suena este extraño sentido de apropiación) fue bastante corta. Tenía el día un poco contrariado y me dejé llevar por la sugerencia de pasar de la exposición y irme al bar, pero ay de mi,
la Presencia de Jordi Ferreiro, me arrastró hacia la sala de exposiciones entrando desde una puerta lateral.
Una enorme pintura mural llama poderosamente la atención, es la obra de
Joan Cabrer Mundo Cuadrado, extraño, puesto que
no me esperaba una presencia especialmente particular del medio pictórico, cuán engañada y cuanto prejuicio el mío...
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Joan Cabrer, Mundo cuadrado, 2011. Foto: Camilayelarte | | |
Mi decisión me lleva a t
omar el camino del cuestionamiento radical de la función del arte: el camino de la duda y del escéptico y me doy de bruces con una
instalación de
Rubén Verdú, A Warm Place, una sátira que se rie de la solemnidad que por defecto acompaña a la creación artística (esto dicho en palabras del comisario), y
de allí de nuevo a la pintura, en concreto a las
Olegías de
Diego Pujal, aparentemente más concretas y cercanas puesto que hablamos de pintura pero no por ello menos enigmáticas.
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Rubén verdú, A warm place, 2011. Foto: Camilayelarte |
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Diego Pujal, Olegías (Primera y segunda olegía), 2011. Foto: Camilayelarte |
Por lo que me cuenta Armengol en el libro
me he metido en un camino complejo donde puede encontrar de todo menos certezas y con más preguntas que respuestas llego a Yes, We de
Alberto Gracia. Tan enorme es mi duda que
en un principio no encuentro su triple instalación fragmentada, estoy francamente desorientada, me siento en el suelo para tomar aire y reflexionar, mi exposición no ha sido larga pero desde luego sí ha sido intensa y
finalmente vislumbro algo, una especie de Barack Obama y de ahí como si me hubiesen dado la llave del laberinto me dirijo hacia
Yes we Kant, una reproducción del típico mantel de Bar de menú con las manchas de los vasos de vino impresas en él, una muestra de que
la belleza se encuentra en lo más banal. Le sigue
Yes we Plant, una instalación con un huevo que vibra a ritmo de Led Zeppelin y finalmente
Yes we Camp, una cerilla de tres metros partida por la mitad.
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Alberto Gracia, "Yes we", 2011. Foto: Camilayelarte |
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Alberto Gracia, "Yes we", 2011. Foto: Camilayelarte |
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Alberto Gracia, "Yes we", 2011. Foto: Camilayelarte |
Evidentemente
una vez acabado mi recorrido, hago trampas, tal y como hacía de pequeña con los libros de "Elige tu propia aventura"
y vuelvo a comenzar intentando encontrar la clave para llegar al resto de obras que inevitablemente ves mientras sigues tu recorrido. Recomiendo al que pueda que vaya varias veces y viva múltiples aventuras. Yo al final me hice un lío porque quería encontrar el camino hacia la obra de
Guillermo Pfaff,
Lloc equivocat, pero no hubo manera, no era mi destino.
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Guillermo Pfaff, Lloc equivocat, 2011. Foto: Camilayelarte |
La Gran aventura es una
propuesta inteligente porque a través del juego invita a explorar los inseguros terrenos de la creación artística. Observando la obra de 14 artistas vemos que tan contemporáneo puede ser una instalación, una performance o bien una pintura.
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Samuel Labadie, Las instituciones de la República No, 2011. Foto: Camilayelarte |
Lo mejor: El planteamiento del que parte la exposición, dar el protagonismo al público, hacernos partícipes de forma verdaderamente activa.
Lo peor: Controlar la curiosidad y mantenerse aferrada al libro siguiendo la propia selección del itinerario. Es inevitable hacer más de un recorrido.
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