MACRO: Exposiciones temporales

Feliz día Internacional de los Museos!! Para celebrarlo continuo con mi crónica de la visita de la semana pasada al MACRO de Roma.

Vista del interior del museo.

Después de recorrer la colección, me sorprendió ver que las exposiciones temporales eran muchísimas y de dimensiones bastante reducidas, a diferencia de las que solemos tener en el MACBA, más ambiciosas en cuanto a su alcance y temática. No exagero si digo que visité cinco temporales junto con la colección y las instalaciones de la planta baja.

Vista del MACRO y de la obra de Daniel Buren "Danza entre triángulos" del 2010. Foto: Camilayelarte
La finalidad del MACRO es la de ofrecer una visión del arte contemporáneo a nivel nacional e internacional pero centrándose en las raíces culturales e identitarias propias. Es decir, plantear lo contemporáneo sin perder de vista lo que uno fue,  ahondar en la propia historia para crear discursos artísticos que planteen un continuum. Me parece un punto de arranque muy valiente, precisamente por su aparente simplicidad.
Foto de Mario Schifano
Siguiendo este punto de partida el museo ofrece dos exposiciones que arrojan luz sobre la vanguardia italiana de los sesenta: una muestra sobre el artista Mario Schifano y otra sobre la galería o espacio expositivo L'Attico de Fabio Sargentini.
Mario Schifano es considerado el representante del Pop art italiano, pero huyendo un poco de las  etiquetas que suelen facilitar el trabajo a los historiadores y limitar el alcance de la obra de los artistas, diré que tras visitar la exposición Laboratorio Schifano, lo que a uno le queda claro es el impulso obsesivo que empujaba al artista a la creación de imágenes. Un laberinto de miles de fotos intervenidas por el artista, modificadas, fotocopiadas, reeditadas construyen un mosaico de su incesante necesidad de expresión.


Vista de la exposición Laboratorio Schifano. Foto: Camilayelarte

Detalle de Laboratorio Schifano. Foto: Camilayelarte
Detalle de Laboratorio Schifano. Foto: Camilayelarte
 L'Attico de Fabio Sargentini, fue una galería que entre 1966-1978 acogió las exposiciones más experimetales de la escena artística nacional e internacional. Espacio underground donde los haya, L'Attico supo entender las nuevas necesidades expositivas que planteba el arte de su tiempo, la interacción entre la obra y el espacio, la eliminación de las barreras para una correcta experimetación sensorial. Así, tuvieron lugar las primeras performance y las exposiciones de Jannis Kounellis, Pino Pascali, Joseph Beuys, Nam June Paik y Philip Glass entre otros. La exposición está planteada a modo de archivo visual a través de las fotografias de las exposiciones, un video y un touchscreen interactivo.
Logotipo de la galería L'Attico realizado por Jannis Kounellis

Vista del touchscreen de la exposición. Foto: Camilayelarte
En cuanto a las exposiciones internacionales destaco la del escultor inglés Antony Gormley y la americana Sarah Braman. La de Gormley está planteada desde el análisis del dibujo que precede a las creaciones escultóricas del artista. Cuántos diseños hay detrás de una escultura? qué papel juegan como obras de arte autónomas? La exposición está planteada por el propio artista y supone un acercamiento en línia transversal a su obra.

Vista de la exposición de Antony Gormley. Foto: Camilayelarte

Vista de la exposición. Foto: Camilayelarte

En cuanto a Sarah Braman, no la conocía, es una escultora americana que trabaja con instalaciones a modo de assemblages. El uso de objetos domésticos, a menudo muebles sirven a la artista para hablar de conceptos más profundos e intangibles como el sentimiento de pérdida, en el caso de la instalación Lay me down hecha expresamente para el MACRO. A mi me llamó la atención el uso del color y la luz  que le daban una cierta poética a elementos tan concretos como una puerta o una cómoda.

Vista de Lay me down, instalación de Sarah Braman. Foto: Camilayelarte
Vista de la obra de Sarah Braman. Foto: Camilayelarte

Vista de la instalación. Foto: Camilayelarte

Lo mejor: La oportunidad de conocer la actividad de L'Attico de Sargentini, muy inspirador en tiempos de crisis y de excusas para el desarrollo de nuevas propuestas artísticas por falta de presupuesto.


Lo peor: La inevitable saturación visual cuando se llega al último piso, aunque el hecho de que las exposiciones sean relativamente cortas suponen una buena forma de dosificación, sobretodo para el que vive en Roma.


Camila y el Arte

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