No puedo hablar de este libro ni de su autora sin entusiasmo y profunda admiración. Recomiendo a todo el mundo, le interese o no el mundo del arte, a leerlo. Yo lo devoré en dos días. Marcia Tucker, fue una mujer comprometida con el mundo que le tocó vivir y tuvo por oficio el dar visibilidad a aquel arte rechazado por el stablishment, que  hablaba directamente de los problemas de nuestro mundo, su mundo. Fue la fundadora del New Museum de Nueva York, después de ser despedida del Whitney Museum por creer y defender la obra de artistas como Richard Tuttle y Bruce Nauman.

El libro, escrito por Marcia antes de morir, muestra una forma de entender el arte personal y genuina, entendiendo el importante papel que éste desempeña como vehículo para construir una sociedad más abierta y mejor. No sólo es un libro de arte sino una lección de actitud ante la vida y sus desafíos.

Aquí dejo un fragmento de su sabiduría:

Lo que necesitamos es más polémica y no menos. El arte, especialmente las obras que no se prestan a un análisis y una comprensión rápidos, puede ser un catalizador del cambio. Puede socavar la autoridad, desafiar los dogmas, desvaratar las convenciones y desenmascarar las hipocresías. El arte, en su mejor expresión, puede cuestionar los valores más preciados, forzarnos a reconocer los prejuicios, y replantear los hábitos y suposiciones propios y ajenos. El arte puede hacernos ver el mundo de manera diferente y, si empezamos a ver de otro modo, empezamos también a pensar y actuar de otro modo.